La temática de esta semana sobre la sobrecarga escolar y sus implicaciones en la salud mental, del estudiante, además de mencionar cuales son las posibles alternativas de solución a la misma.
La sobrecarga académica o estrés académico es definido y aceptado como un estado mental, el cual se caracteriza por una constante preocupación por entregar y resolver una gran colección de problemas y tareas asignadas por la institución académica, la cual aumenta a medida que el chico o chica avanza de la primaria - secundaria y secundaria - educación superior, lo que es relativamente normal, ya que el objetivo de la academia es adecuar al estudiante a ser apto a resolver problemáticas de manera más eficiente, además de manejar situaciones complejas de forma asertiva, por lo que la sobrecarga académica se considera un síntoma normal en el que casi la mayoría de los estudiantes afronta.
Sin embargo, el estrés por si solo se ha demostrado por varios especialistas en el campo de la medicina como un estado que puede presentarse de 2 formas diferentes, de manera aguda y crónica (OMS). El primero se considera como un estado de estrés leve, que tiende a durar un corto periodo de tiempo, mientras que el segundo es considerado como un estado mental que debido a su prolongada duración, este genera que el cuerpo comienza a producir ciertas hormonas como el cortisol, las cuales en lo general no son anti producentes en niveles agudos de estrés, debido a que estas nos ayudan a mantenernos alerta en situaciones de peligro, en grandes cantidades puede producir hinchazón, intoxicación entre otras; De esta manera el estrés crónico no es un estado mental sano, el cual atenta en contra de la salud mental del individuo de manera severa.
Consecuentemente el estrés académico no es la expresión, un claro ejemplo de esto es la investigación realizada por La Universidad de CES (Medellín) la investigó a estudiantes de diferentes facultades desde ingeniería hasta humanidades con edades desde 17-23 años. El objetivo de la investigación se basaba en determinar cómo el estrés académico tenía consecuencias directas no solo en el rendimiento del estudiante, sino en su salud mental y emocional. Entre los resultados más significativos de la investigación es el hecho que el 98% de los estudiantes que presentaron un severo nivel de estrés, presentaron síntomas de depresión severa, además de insomnio y aislamiento social, y una de las principales causas fueron el alto volumen de estudio, la cantidad de actividades a ser entregadas en un corto intervalo de tiempo entre otras.
Otro claro ejemplo de cómo el estrés académico afecta la salud mental, física y emocional de los jóvenes es realizado por el departamento de psicología de la universidad de córdoba en España en colaboración de la universidad de Laica Eloy Alfaro de Manabí en Ecuador, en la cual estudian la relación entre cómo la sobrecarga académica ha aumentado debido al cambio de modalidades debido al Covid-19 y el aumento de niveles de depresión y ansiedad por parte de los estudiantes universitarios, de los cuales un 79% presentaba síntomas depresivos y un 60% presentaba altos niveles de ansiedad.
Para luchar contra esto, además de tener la voluntad de querer mejorar su situación, se tienen algunas opciones accesibles para los adolescentes.
En primer lugar se recomienda evitar las situaciones de estrés innecesarias. Si un estudiante se siente sobrecargado con actividades extracurriculares, lo más recomendable es que haga una pausa en cuanto a ellas, y cuando tenga una mejor disponibilidad de tiempo y una mejora en su salud mental las pueda retomar de a poco.
En segundo lugar, se recomienda hacer ejercicio. Se sabe que el ejercicio es una tarea dura para cualquier persona que no esté acostumbrada, pero con tan solo cinco minutos de estiramientos sencillos al día se puede lograr cambios considerables en la salud mental de una persona. Por otra parte, se recomienda acompañar esta actividad con un buen ciclo de sueño y meditación.
Finalmente, en compañía a todo lo mencionado anteriormente, es recomendable buscar ayuda, ya sea parental, profesional o algún maestro que pueda asesorar al adolescente, que lo pueda escuchar y pueda ofrecerle opciones para manejar su estrés. Este simple detalle puede hacer cambios importantes en los niveles de estrés de un joven, y lo puede hacer sentir, correctamente, que sí hay una salida para su situación.
Para entender mejor la relación entre la depresión y el ámbito académico es importante saber acerca de los síntomas somáticos, estos son aquellos que afectan de manera negativa a un individuo de manera psicológica, y están asociados con un trastorno llamado trastorno de síntomas somáticos (TSS). Estos se presentan cuando el estudiante es sometido a experiencias estresantes y pueden causar una caída en el autoestima y malestar psicológico. Entre estos síntomas se encuentran cefaleas, alteraciones del sueño, síntomas neurovegetativos. Así como irritabilidad, falta de concentración, angustia, que son síntomas asociados a trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión.
Para evitar la presencia de estos síntomas se recomienda que los profesores eviten sobrecargar al estudiante con grandes cantidades de trabajo para ser entregados en un corto periodo de tiempo, así como también es recomendable que el estudiante aprenda a manejar de mejor manera su tiempo y aprenda a distribuirlo de forma que este pueda acabar todas sus actividades académicas a tiempo, para no generar grandes cantidades de estrés. Además de esto, también es importante que el estudiante encuentre tiempo para dedicarle al ocio, así como también para actividades relajantes y hobbies que ayuden a disminuir el nivel de estrés.
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